Dudas teológicas

Estaba yo leyendo vuestros periódicos, a la luz de las lucecitas horteras que habeís puesto por las calles, cuando entre declaración y declaración, a cual más ridícula de los criminales antiabortistas, me surge una gran duda:

Ya me he enterado de  que muchos estaís convencidos de que soy trino: viejo cargado de mala hostia que no se cambia de ropa nunca, paloma lasciva que va violando a las vírgenes en sueños y palestino hacedor de extraños milagros, incapaz sin embargo de descolgarse él solito de una cruz.

Vale, contradictorio e infantil, pero vale. Admitamos trinidad como dios de compañía.

Pero de repente voy y pienso… oye… y antes de que la paloma se cepillara a la virgen y de que naciera el palestino (que por extraños milagros soy yo mismo), hasta entonces… ¿que era yo?, ¿ «bípedo»? Pues menos mal que la paloma no es del opus, que si llega a serlo, menudo guirigay en mi cabeza multipersonalidad, con 200 hijos Ogino formando parte de mi….

Cosas mías, que no os sigo a veces, mira que sois retorcidos… como el obispo ese que dijo que los talibanes eran dignos de admiracion por la lealtad a su fe… Si claro, y los nazis ni te cuento la lealtad que tenían a Hitler. Habrá entonces que admirar a los operarios de los cámaras de gas…

Dice, el muy conciliador, que «todos en Afganistán, incluidos los talibanes, deberían participar en los debates para encontrar una solución al conflicto». ¿En ese «todos» incluye a las mujeres afganas? No se por que me da a mí que no. En el Vaticano las mujeres no intervienen tampoco y mira que bien les ha ido en estos últimos 2000 años. Además así garantizan que no tendrán que plancharse nunca las sotanas. Para eso están las mujeres.

5 respuestas to “Dudas teológicas”

  1. Queralt Says:

    Querido/a y genuino/a dios/a cuando vengo a tí espero certezas así que, no me llenes de incertidumbres… pofavóoo…

    Dudas… dudas… dudas…
    ¿Por qué dudas? En este mundo de hoy, de ayer y espero que de nunca jamás, no hay dudas posibles: el único, el mejor, el más guapo, el más alto, el más inteligente, el más capaz en fin… EL HOMBRE. Sobre todo si hablamos de religiones, claro… y da igual que sea de Afganistan o de Montealto de Abajo.
    Menos mal que hay, a pesar de todo, honrosas y brillantes excepciones.
    Creo que me voy a cambiar el nombre por Lisistrata, ¿o no?

  2. DIOS (el genuino) Says:

    Retórica mortal, retórica.

    ¡Pero sigo sin saber si en el siglo I antes de Cristo yo era trino o brino!
    Lisistrata… ¡gran mujer! la única racón del voto de castidad es la esta pacifista.

    Cambiate el nombre… pero practica el sexo mientras te divierta… ¿eh?

  3. Fétido Says:

    Un profesor de una conocida universidad católica, preguntado por el ninguneo al que su secta somete a las mujeres en general y a sus miembras en particular, contestó:
    «Se les otorga el mayor de los bienes, una vez muertas se les permite la entrada al cielo».

    Y hay mujeres católicas, oiga.

  4. DIOS (el genuino) Says:

    ¡Lo de las mujeres católicas si que es un misterio y no el de la santisima trinidad!

    Le sigue en misterioso lo de las tendencias fascistoides de gran parte de los taxistas madrileños ¿tantas tierras, acciones mayoritarias en bancos y multinacionales como para temer cualquier medida remotamente socializante?

  5. Arnau Says:

    Por cierto, Diosa, mañana se celebra por aquí abajo el nacimiento de ese impostor que se adjudicó tu nombre. Ná, es sólo para ponerte de mala leche.

Deja un comentario